Emil Zatopek, la Locomotora Checa"

Emil Zatopek "Héroe Olímpico" nunca nos cansaremos de escribir sobre Zatopek, las primeras historias que me contó mi padre, sobre atletismo,  se referían a "La Locomotora Checa" 

Emil Zatopek "la Locomotora Humana" Todavía se escuchan los gritos en los estadios "Zatopek, Zatopek"

Hay atletas que nacen para hacer historia, para permanecer en el corazón de la gente, para que sus hazañas perduren a través del tiempo...

"Steve Roland Prefontaine o Pre  era uno de esos", hubieron muchos otros, pero hubo uno, uno muy especial, muy particular por que su historia permanece al pasar de los años, su historia se cuenta de generación en generación y hoy quiero contársela a todos ustedes.

Y es que este hombre corría con el alma, corría con el corazón, así me lo narraba mi padre, además poseía una singular forma de hacerlo, la expresión de su rostro era la muestra propia del dolor, este hombre no era otro que Emil Zatopek la locomotora checa.

Emil llevó al extremo los principios del entrenamiento por intervalos. No era propenso al entrenamiento lúdico o espontáneo. La razón y una idea-fuerza gobernaban su entrenamiento.

Emil Zatopek "la Locomotora Checa" fue considerado como un héroe nacional, y en el ejercito, al que pertenecía llegó a ser ascendido a coronel.

La anécdota que quería contar viene de su apoyo durante "La primavera de Praga" a Alexander Dubcek. Tras ser ésta sofocada brutalmente con los tanques soviéticos, Zatopek fue castigado por su apoyo a la misma, y fue expulsado del ejército y del Partido Comunista.

Los comunistas para humillarle públicamente le dieron el oficio de barrendero. La cosa es que los habitantes de Praga no olvidaron a su héroe, y lo que debía ser un castigo se tornó en un paseo triunfal.

Todos los vecinos limpiaban todos los días las calles que pertenecían a su ruta de limpieza antes de que el llegase, impidiendo así que tuviera que barrer.

Sus calles eran las más limpias de Praga sin que el moviera una sola vez la escoba. Era una muestra de respeto sencilla pero abrumadoramente hermosa. Era una alfombra roja que sus conciudadanos le ponían simbólicamente todos los días.

Todos nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. Walt Disney

Emil Zatopek "La Locomotora Checa" fue considerado como un héroe nacional, y en el ejército, al que pertenecía llegó a ser ascendido a coronel.

EMIL ZATOPEK Logró un total de 18 marcas mundiales a través de 15 años.

El Infatigable Checo " Zatopek! Zatopek! ¡Zatopek! " Se escuchaba cuando ingresaba a la pista La Locomotora Checa, como se lo llamo en ese entonces, con su cabeza bien alta, el cantar de la gente repercutió en el espacioso Estadio Olímpico de Helsinki.

Todo terminó en Melbourne '56. Seis semanas antes de esos Juegos, Zatopek, de 35 años y considerado por los medios un atleta en declive, había sido operado de una hernia. Igual compitió en la maratón. 

Antes de comenzar, miró a sus compañeros y les dijo: "Señores, hoy nos morimos un poco". 

Quizá lo que quiso decir fue que él moría un poco. Fue su último gran evento antes del retiro. Lo ganó el francés Alain Mimoun, que había quedado segundo detrás del gran Emil en los 5 mil de Londres, y en los 5 mil y 10 mil de Helsinki, y que, con 34 años, también había sufrido el desprecio de la prensa. Una vez que ganó, Mimoun esperó a que Zatopek cruzara la meta y le susurró al oído: "No te preocupes, lo gané yo". Emil terminó sexto. Sintió que perdía. Fue el final.

En laS fotoS: La Locomotora humana,  luego la imagen Dana Zátopková y su esposo Emil Zatopek, unieron sus vidas con el atletismo. 

Ambos participaron en los Juegos Olímpicos de 1948 y los dos consiguieron medallas de oro. Emil en 5.000 metros, Dana en Lanzamiento de Jabalina.

Hay más Dana y Emil nacieron en Checoslovaquia el mismo día, el mismo, mes y el mismo año el 19 de Septiembre de 1.922 en la misma región.

Convivieron durante 52 años, hasta el 22 de noviembre de 2000, día del fallecimiento de Emil Zatopek.

Todavía se escuchan los gritos en los Estadios de nuestra imaginación "Zatopek, Zatopek"