sábado, 31 de diciembre de 2016

Joselyn Brea: de malquerida del triatlón a estrella del atletismo. Por Eumar Esaá

Persiguiendo el Sueño Olímpico, Japón 2020 Joselyn Brea Abreu.

El Sueño Olímpico es en realidad una meta muy difícil de conseguir, se necesitan muchas cosas para lograrlo una de ellas un patrocinador un buen sponsor o en países donde los gobiernos se ocupan de otorgar recursos para los atletas de alta competencia "SIN APOYO NO HAY RESULTADOS"



El Sueño Olímpico cuesta recursos, variedad de trabajos, buenas instalaciones, planificación, mucha perseverancia, mucho sudor, muchas lágrimas..y detrás de eso un polifacético equipo de trabajo...
Joselyn Brea Abreu nos recuerda todo eso y quisiéramos que ella tuviera todo a la mano.
Mucho mas cuando sus ambiciones son estar entre las primeras.
Joselyn Brea Abreu una atleta muy joven con mucha ambicion, condiciones para regalar en triatlon, no compitió en Rio 2016, le faltaron recursos para asistir a muchas competencias clasificatorias, Joselyn sin embargo no se rinde, a sus 21 años pudo estar en Rio 2016, su sueño no se concreto, le sobraron condiciones pero le falto Apoyo...
Joselyn hizo de todo y hasta tumbó algunos récords de atletismo en 3.000 metros y 5.000 metros, corrió bajo techo, corrió con obstáculos, carreras de calle para conseguir recursos, competencias de triatlon "cosas que desde nuestro punto de vista no deben hacerse" pero como no hacerlo cuando se tiene la voluntad inquebrantable de perseguir un sueño, el sueño Olímpico.

Joselyn Brea: de malquerida del triatlón a estrella del atletismo. Por Eumar Esaá

¿Qué tienen en común Isabel Montilla, María Osorio y Valentina Medina, aparte de ser grandes exponentes del fondo y el semifondo venezolanos? La respuesta la tiene Joselyn Brea, la competidora que este año ha borrado los nombres de las tres de los libros de récords del atletismo criollo… sin ser una deportista exclusiva de pista y campo.
Seis plusmarcas nacionales han quedado pulverizadas este año detrás de las zancadas de una atleta que hasta 2016 sólo veía el atletismo como una forma de prepararse para su verdadera pasión: el triatlón. La propia Joselyn, un auténtico peligro cuando se baja de la bicicleta, capaz de remontar cualquier desventaja por imposible que parezca, reconoce que no preparó ninguno de sus récords de atletismo: “No lo busqué, los hice sin haberlos planificado”.
El primero fue el de 3000 metros en pista cubierta, establecido en 9:39 minutos en el Campeonato Nacional de Clubes en Braga, Portugal, a principios de febrero. Mes y medio después hacía suyo también el de la misma distancia, pero al aire libre, en el Trofeo Reconquista en España, donde marcó 9:34.93. A los 15 días caía el de 10.000 m, participando como invitada en el Campeonato Nacional de Portugal, y fijando un 34:10.63 como nuevo hito.
En julio necesitó dos semanas exactas para continuar la seguidilla. El día 9, en el Gran Premio Ayuntamiento de Pontevedra, marcó 10:21.93 en 3000 m con obstáculos, a 36 segundos de la marca olímpica, y el 23 en el Campeonato Absoluto de España quebró el único crono de fondo en pista que le faltaba, la de 5000 m, a la que rebajó más de 16 segundos, dejándola en 16:13.80.

La lluvia de récords se cerró exactamente un año después de empezar. En octubre, a 12 meses de haberse hecho presente en el atletismo con la plusmarca nacional de 10 km en la Gatorade Caracas Rock, rebajó su propio registro, esta vez con un 34:17 en el Campeonato Gallego de la distancia en Pontevedra, España.
El excelente año en las carreras pedestres también la tuvo a un paso del podio en el Panamericano de Cross Country, su debut con la selección nacional de atletismo. En el circuito del Club de Golf de Caraballeda fue la mejor venezolana, cuarta en la general femenina. Pero ninguno de esos éxitos la hizo desistir de apostar sus fichas al triple esfuerzo, en lugar de concentrarse en el atletismo.
“Sí tuve dudas, muchas dudas”, confiesa desde España, donde entrena a las órdenes del técnico del subcampeón de Londres 2012 Javier Gómez Noya, Omar González. “Siempre me han dicho que soy buena para el atletismo. Incluso una vez llegué a pensar en cambiarme, pero hablando con mi entrenador tuve las cosas muy claras. Él me dijo que en atletismo es muy difícil que sea campeona del mundo, pero en triatlón él sí me ve campeona mundial”.
Joselyn no pierde de vista el caso de los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee, ganadores del oro y la plata en Río 2016, que trataron de competir al máximo nivel tanto en atletismo como en triatlón, y terminaron lesionados. Sin embargo, no descarta del todo un futuro en las pistas: “Mi entrenador me ha dicho que ahora mismo podemos combinar las dos cosas, y que más adelante puedo decidir qué deporte quiero hacer. Si las cosas no salen como espero en el triatlón, tengo la opción de irme al atletismo”.
Una campeona sin dudas
Su fiera determinación, que incluyó superar este año una fisura en el pie que se produjo al caer luego de atacar un obstáculo en atletismo, ni siquiera se detiene por el hecho de que mientras la federación de triatlón la ha excluido de la selección, por las serias diferencias que mantiene con el presidente José Machillanda, la de atletismo no deja de convocarla e incluirla en sus planes.
El triatlón ni siquiera la convocó al equipo que asistió a los Bolivarianos de Playa ni la apoyó en la ruta de clasificación olímpica. “No me han respaldado porque no han querido. Muchas veces he llorado de rabia, de impotencia y de decepción, pero no sé cómo hago y sido adelante. Mi mamá siempre me anima, me dice que algún día se darán cuenta de que estaban equivocados”.

A principios de diciembre, la federación de triatlón convocó a Joselyn a hacer un chequeo en enero en Vargas, para armar la selección de cara al próximo ciclo olímpico. Por el momento, no está segura de poder compatibilizar su preparación en España con los proyectos federativos. Para mantenerse en Europa, debe planificar muy bien sus competencias, pues su progreso deportivo debe ir a la par de sus necesidades económicas.
“Vivo del dinero que me gano en las carreras”, confiesa, agregando que de eso depende el sustento de ella y sus hermanas Marjosi y Edymar, que este año se le sumaron en España. “Mi entrenador siempre se encarga de buscar las carreras donde paguen bien, y depende del nivel vamos a una o buscamos otra. Hay veces que no me apetece hacer una carrera, y la tengo que hacer por la necesidad del dinero”.
La compañía de sus hermanas ha venido a aliviar un poco la nostalgia por su Carabobo natal, aunque confiesa que no se acostumbra a vivir sin su mamá, sin la sazón de sus comidas. Extraña las cachapas, el jugo de guayaba y, sobre todo, sentarse a las seis de la tarde a ver El Chavo en televisión junto a sus abuelos, un ritual de sus tiempos en Venezuela.
“Desde que estoy entrenando con Edymar las cosas las llevo un poco mejor. Me motiva levantarme por la mañana y tenerla a mi lado haciéndome compañía. Era algo que siempre había querido y estoy feliz porque lo conseguí. Para mí mis hermanas son lo más importante de mi vida y este año logré que vinieran las dos”.
A pesar de sus decepciones con el triatlón, considera que 2016 fue un año de desarrollo para ella: “Ha sido muy positivo porque he aprendido mucho. He mejorado, he crecido. Pero fue una pena no haber podido hacer el ciclo por mi deporte”.
En el atletismo tampoco pudo demostrar lo que esperaba. En septiembre, estaba convocada para participar en el Sudamericano Sub23, donde tenía las mejores marcas del año en la región al menos en tres pruebas, pero el viaje se canceló por falta de respaldo económico del IND para los boletos aéreos. “Sabía que podía hacer algo bueno, por el nivel que tenía en ese momento en la carrera. Me cayó muy mal no haber ido, porque era una oportunidad para demostrar. Sin embargo, cuando Marcos (Oviedo, vicepresidente de la federación) me dijo que no se conseguían los recursos, ya no me estaba haciendo muchas ilusiones”.
Para el próximo ciclo, el que terminará en Tokio 2020 con una Joselyn de 26 años, la edad perfecta en todas sus pruebas, las ilusiones están intactas. Cuente o no con la federación de triatlón, la ex campeona mundial juvenil de duatlón está dispuesta a seguir luchando sin pausa por sus sueños, así tenga que labrarlos con sus propias manos.

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