“Los campeones están en todas partes; lo único que se necesita es entrenarse adecuadamente…” (Arthur Lydiard)
Lydiard estuvo en Venezuela trabajando durante los años setenta y cuando comenzamos a cosechar triunfos tuvo que irse de Venezuela, las causas se conocen, nuestra conclusión es que Lydiard, uno de los mejores entrenadores del mundo para la época, no buscaba dinero buscaba la gloria y la consiguió en muchas ocasiones, sus detractores no consiguieron nada y no escribieron la historia.
Arthur Leslie Lydiar nació en 1917 en Auckland, Nueva Zelanda. A los 13 años empezó a correr campo a través, su historia fue siempre muy dura tuvo que abrirse camino siempre a empujones y pellizcos, por allí dicen que la envidia mata.
En los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, donde, en el plazo de media hora, Snell ganó los 800 metros y Halberg los 5.000, no le dieron credenciales, ni siquiera una entrada gratis.
Sus atletas tenían que salir de la Villa Olímpica para hablar con él.
En 1964, cuando siete de los nueve corredores olímpicos neozelandeses eran alumnos suyos, le entregaron por fin credenciales olímpicas.
Después de esas olimpiadas, dejó de entrenar a deportistas para entrenar a entrenadores. En Venezuela todavía son muchos los atletas que siguen los entrenamientos bajo la Escuela de Lydiard, sus alumnos del 70 siguen sus pasos, Correr, correr y correr.
Lucirio Garrido, Ramon Bermudez, Elavid Asmadt, Hector Lopez, Julio Orense, Wilfredys Leon, Hernan Rizzo, Jose Gonzalez Tiapa, Eric Phillips, fueron algunos de sus primeros pupilos en nuestro país.
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