El Profesor Miroslaw Dobrin un Pilar en la historia de nuestro Atletismo.

El Profesor Miroslaw Dobrin es, sin dudas, un pilar en la historia del atletismo venezolano y su legado se extiende mucho más allá de los logros olímpicos o las medallas ganadas. Su influencia radica en la forma en que abordó la enseñanza y el entrenamiento, convirtiéndose en un verdadero mentor para innumerables atletas que tuvieron el privilegio de aprender de su vasta experiencia.

Desde sus inicios en el atletismo en 1911 y su participación como espectador en múltiples Juegos Olímpicos, Dobrin no solo demostró sus capacidades como atleta y juez internacional, sino que también se destacó como un educador excepcional que creía firmemente en la formación integral de sus discípulos. En cada interacción, buscaba no solo perfeccionar el salto alto o la técnica de marcha, sino también inculcar principios de vida, valores y el amor por el deporte. La imagen del maletín de cuero marrón es un símbolo profundamente evocador. Ese maletín, que contenía libros, fotogramas y un sinfín de herramientas, representaba el compromiso del profesor con la enseñanza. Era un tesoro lleno de conocimiento que él generosamente compartía, siempre atento a las necesidades de sus atletas. La manera en que se detenía para explicar la técnica de Valeri Brumel campeón olímpico en salto alto en Tokio 64, por ejemplo, muestra su pasión y dedicación a transmitir no solo su conocimiento, sino también su amor por el deporte. El profesor Dobrin también cultivó un ambiente de respeto y admiración, donde cada atleta podía sentirse valorado y motivado.

Su enfoque no era meramente técnico; sabía que el deporte es un vehículo para el crecimiento personal y la superación. Esto lo logró a través de un método de entrenamiento metódico, pero también con palabras que inspiraban confianza y determinación en sus pupilos. El impacto de su legado es evidente en las innumerables historias que se comparten entre los atletas. La frase "A mí también me entrenó Dobrin" resuena en la comunidad atlética, evidenciando el profundo efecto que tuvo en cada uno de ellos. Su enfoque humanístico y su capacidad para construir relaciones perdurables son lo que realmente lo distingue como un maestro excepcional. Hoy, recordar al Profesor Miroslaw Dobrin es recordar la esencia misma del deporte: la capacidad de unir a las personas, fomentar el crecimiento personal y profesional, y crear un legado que trasciende el tiempo. La idea de que aún hay atletas que le rezan en busca de inspiración y fuerza es un testimonio poderoso de la conexión que estableció con cada uno de ellos. La propuesta de redactar una biografía sobre su vida y enseñanzas es una excelente forma de rendir homenaje a su memoria. Sería un valioso recurso para las futuras generaciones de atletas y entrenadores, preservando su legado y asegurando que sus principios y dedicación sigan influyendo en el deporte y en la formación de mejores personas. El Profesor Miroslaw Dobrin fue mucho más que un entrenador; aún es un símbolo de lo que significa ser un verdadero maestro en el corazón del atletismo.

Su vida y su obra son recordatorios de que en el entorno deportivo, como en la vida, el desarrollo integral del ser humano debe estar en el centro del enfoque, y que la dedicación, el amor y el compromiso pueden cambiar vidas y construir campeones. Queremos agradecer a nuestros compañeros y amigos por la elaboración de este artículo: Carlos Faneyth (QEPD), José Antonio Aguirregómezcorta y Ramón Montezuma.