La Historia de Carl Ludwig "Luz" Long

Historia de los Juegos Olímpicos. Dicen que cuando un atleta llega en Segundo lugar, nadie se acuerda de él, que gran mentira, por eso hoy queremos recordar la historia de Carl Ludwig "Luz" Long un atleta olímpico alemán, ganador de la medalla de plata en los Juegos de Berlín 1936, en Salto Largo. La bondad siempre te alcanzará, no importa que!!! «La paz es saber que hice todo lo que podía hacer, que algo hermoso saldrá de esto y que volveré más fuerte que antes». –Missy Franklin Carl Ludwig, más conocido como Luz Long, nació el 27 de abril de 1913 en Leipzig y falleció muy pronto cuando solo tenía 30 años. El pueblo alemán estaba convencido de que la medalla de oro en salto de longitud debía ser suya en los Juegos de Berlín. No podía ser de otra manera.

Sin embargo la medalla de oro la ganó una gran leyenda del atletismo mundial Jesse Owens pero no sin la ayuda del atleta alemán, elevando el emblema de los valores olimpicos y además entregando su amistad desde 1936 hasta el día de su fallecimiento en 1943. Cuando estalló la Guerra, después de los Juegos Olímpicos, fue obligado a combatir, a pesar de que los deportistas de elite del país solían disfrutar del privilegio de no tener que ir al frente. Seguramente las mentes mediocres pensaron que ese sería su castigo, por la deportividad y solidariad mostrada con Owens. Sea como fuere, falleció el 13 de julio de 1943 en el combate durante la invasión aliada de Sicilia. La historia recién se iniciaba pues el agradecimiento comenzaba tras su muerte: el nombre de una calle en Leipzig o en otra cercana al Estadio Olímpico de Múnich 1972, reportajes y documentales para difundir su historia e incluso una medalla Pierre de Coubertin, presea que sólo se ofrece a aquellos que hayan mostrado un verdadero espíritu olímpico durante unos Juegos y que muy pocos deportistas tienen en su haber. Pero sin duda lo que más ha quedado para la posteridad fue el gesto en sí, una verdadera muestra de solidaridad y deportividad contra la voluntad y el orgullo de un régimen totalitario que asombra a todos aquellos que conocen la historia. Una historia de deportistas que se movieron por grandes ideales deportivos y no por dinero, ni intereses políticos. Fuente Libertad Digital